Tenemos una visión de nosotros mismos, de los demás y del mundo en general, que aprendemos según nuestras experiencias y la educación recibida. Esta forma de vernos se basa en una serie de creencias y estilos de pensamiento que dan lugar a cómo nos sentimos y comportamos. La terapia cognitivo conductual cuenta con muchas técnicas y herramientas que nos ayudan a modificar nuestros pensamientos y conductas desadaptativas para dejar de sentirnos mal y sufrir por ellos.
El paciente va a tener un papel activo en su proceso terapéutico, y aprenderá con las pautas necesarias ajustadas a su caso, a vivir tranquilo, sentirse bien y manejar sus pensamientos y emociones, buscar solución a sus problemas, tomar decisiones y relacionarse de forma satisfactoria.